En el lujoso National Harbor de Maryland, Javier Milei y Elon Musk compartieron una reunión que combinó diplomacia, negocios y gestos políticos. El cónclave, que inició a las 15:15 (hora del Este), fue la primera actividad oficial del presidente argentino en Estados Unidos y se extendió por casi cuatro horas.
Casi al anochecer, la cuenta oficial de X Oficina del Presidente difundía la imagen que sintetizaba el encuentro: Musk sosteniendo una motosierra real, el símbolo de las reformas de Milei y un regalo del propio mandatario.
El empresario sudafricano llegó con discreción al hotel de cinco estrellas, donde fue recibido por Milei junto a Karina Milei, Luis Caputo, Gerardo Werthein y Manuel Adorni. Afuera, la temperatura descendía sin clemencia hasta los 12 grados bajo cero, pero dentro del recinto las negociaciones fluían con la misma intensidad.
El diálogo entre ambos líderes fue de agenda abierta, una conversación donde se abordaron temas de inversión y el futuro de Argentina en el contexto internacional. “Son dos amigos que se encuentran en Washington”, sintetizó un integrante de la delegación presidencial.
La presencia de Musk en este encuentro no es un detalle menor. Figura clave en el mundo empresarial y cercano a Donald Trump, su palabra puede influir en decisiones que resuenen en el Salón Oval.
Tras la reunión con Musk, Milei continuará su jornada con un encuentro clave: una cumbre con Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional. Mientras el presidente avanza en su gira por Washington, cada paso que da sigue escribiendo una nueva etapa en su estrategia política y económica a nivel global.
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