La medicina regenerativa dio un paso importante en Argentina, al incorporar una técnica inédita hasta ahora en América Latina. Se trata del implante de condrocitos autólogos del propio paciente, que permite la reparación del cartílago articular. La presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Regenerativa (SLAMR) , Mariela Guasti, encabezó la intervención que se llevó a cabo en un hospital asociado a la Universidad de Buenos Aires y dio detalles de la nueva técnica al programa A la Vuelta (Radio 2). La nota completa.
“La Argentina tenía vedada la posibilidad de ingresar al mundo de la medicina regenerativa. Es algo que me preocupaba y hace cuatro años, empecé a trabajar de forma conjunta con el especialista Pedro Guillén, de la Clínica Cemtro, de Madrid. Hicimos acuerdos, impulsamos una sociedad científica, capacitamos a los colegas y de a poco se fue haciendo real la posibilidad de que la técnica comenzara a aplicarse en nuestro país. Logramos la primera intervención en mayo pasado, la cirugía resultó exitosa y nos pusimos al mismo nivel del mejor centro de medicina regenerativa de Europa. Es un logro muy importante no sólo del equipo médico, sino también del país, sobre todo en un momento tan difícil como éste”, señaló Mariela Guasti.
Los condrocitos autólogos
La especialista explica que el cartílago articular –ese tejido que recubre las articulaciones e impide que los huesos rocen unos con otros– está conformado por una célula diferenciada que no puede mutar a otra –el condrocito–, por lo cual el procedimiento es muy seguro. Es la célula primordial que le da soporte mecánico al cartílago para que pueda tolerar el peso del cuerpo. En el caso de las articulaciones inferiores, se encuentra principalmente en cadera, rodilla y tobillo. A diferencia del hueso, ese material no tiene capacidad de regeneración. Una vez que se lesiona, se pierde, y el paciente evoluciona hacia la artrosis. “Autólogo” significa que pertenecen al mismo paciente, con lo cual no genera rechazo alguno.
Hasta ahora, no había más alternativa que las técnicas reparadoras. Cuando la artrosis avanzaba, se procedía al reemplazo articular por una prótesis.
En el caso de deportistas, como cada vez inician la carrera más jóvenes –lo cual hace que puedan lesionarse a edad más temprana– algunos quedan fuera de la carrera deportiva, cuando sufren lesiones de este tipo. Otros, permanecen con dolor crónico desde los veintitrés o veinticuatro años en adelante. Con una expectativa de vida de unos ochenta años, estamos hablando de un panorama de cincuenta o sesenta años de dolor por delante. Hasta ahora, no había otra alternativa más que técnicas reparadoras y cuando la artrosis avanzaba, se procedía al reemplazo articular.
La intervención –que se realizó en el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas “Norberto Quirno” (CEMIC), hospital asociado a la UBA– consta de dos actos quirúrgicos. La primera intervención es una artroscopía en la que se toma una muestra muy pequeña de esas células, del tamaño de dos o tres granos de arroz. Esa muestra se cultiva durante tres o cuatro semanas, hasta que las células se expandan lo suficiente como para conseguir una dosis capaz de reparar la superficie dañada.
En un segundo acto quirúrgico, mediante una membrana de colágeno embebida en una solución que contiene estos condrocitos autólogos, se sutura el defecto. Inmediatamente, se produce un efecto biomecánico, porque la membrana cubre el defecto evitando que rocen las superficies articulares. A partir de entonces, el paciente puede comenzar una rehabilitación, al término de la cual, está en condiciones de retomar sus actividades deportivas, incluso las de alto rendimiento, como si nunca se hubiese lesionado.
El mito de los medicamentos con cartílago de pescado
La especialista remarca que es falso que tales fármacos, frecuentemente prescriptos durante décadas, sean útiles para reconstruir o reparar el cartílago dañado. “Eso es falso porque el cartílago es avascular, no está irrigado; entonces, nada de lo que uno tome va a llegar jamás al cartílago. “Hay que educar mucho a la población en ese tema porque a veces se pierden años de la vida en los que el paciente cree que está haciendo algo por ese tejido, cuando en realidad, no está haciendo nada”.
Diagnóstico del primer paciente operado
El primer paciente intervenido con esta técnica en Argentina, es un hombre de 34 años con una lesión osteocondral gigante en uno de los cóndilos femorales. Había probado todas las técnicas reparadoras disponibles que resultaron fallidas y ya tenía indicación de reemplazo articular mediante una prótesis. Sufría mucho dolor.
Fue operado en mayo pasado y actualmente, evoluciona muy bien. Está haciendo rehabilitación y en unos meses tendrá el alta deportiva. “Es decir que de no poder vivir sin dolor, pasará a poder practicar deportes de alto rendimiento, lo cual cambiará absolutamente su calidad de vida”, afirmó la médica.
Alrededor de los tres meses de aplicada la técnica, pudo retomar sus actividades habituales y entre los nueve y los doce meses, recibirá el alta deportiva.
Requisitos para que la técnica sea aplicable y efectiva
Para ser candidato a un implante de condrocitos, no hay que tener artrosis, ya que la artrosis es un proceso degenerativo en el que ya no hay más cartílago. Tiene que tratarse de lesiones focales. Aunque sean grandes, deben estar delimitadas.
Según detalló Guasti, en el caso del paciente operado en mayo, se trataba de una osteocondritis disecante (enfermedad articular en la que el hueso que se encuentra debajo del cartílago de la articulación muere debido a la falta de flujo sanguíneo). “Es como si se arrancara un fragmento muy grande del cartílago”, explica. También se aplica para otras enfermedades como la condromalacia (adelgazamiento extremo de algunas zonas del cartílago). Cuando el paciente presenta algunas de estas lesiones, se le informa que es candidato a este tipo de intervención y puede tomar, si lo desea, la opción de acceder a la misma.
En cambio, si se trata de pacientes con enfermedad reumática, obesos, sedentarios o con alguna predisposición para evolucionar hacia la artrosis, los tratamientos disponibles para mejorar su calidad de vida son otros. “Por eso –subraya– es importante que los pacientes sepan que esta técnica existe y hoy está disponible en Argentina, para que puedan consultar apenas conozcan el diagnóstico.