Especialistas en oncología presentaron este martes una nueva droga ya aprobada por Anmat para el tratamiento de dos subtipos de tumores: el cáncer colorrectal metastásico, para el cual no se contaba en la Argentina con “un esquema de tratamiento específico”, y el melanoma no resecable o metastásico, que combinada con otros fármacos mejora la respuesta de los pacientes.
Juan Manuel O’Connor, jefe de la Unidad de Tumores Gastrointestinales del Instituto Privado de Oncología Alexander Fleming y Gabriela Cinat, jefa de la Unidad Funcional de Melanoma y Sarcoma del Instituto de Oncología Ángel. H. Roffo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) anunciaron la disponibilidad en la Argentina de la droga Encorafenib, que, en dos combinaciones distintas con otros medicamentos también selectivos o personalizados, mostró mejores resultados que las terapias disponibles.
El medicamento, presentado en la Argentina por el laboratorio Pfizer, amplía las opciones terapéuticas para el tratamiento de “dos tipos de cáncer en estadio avanzado que presenten una alteración genética del gen BRAF”, mutación de las más comunes tanto en los casos de cáncer colorrectal (CCR) metastásico (representa el 10 y el 12%) como en melanoma avanzado (se da en alrededor de la mitad de los pacientes).
Según se precisó en la presentación realizada este mediodía en el barrio porteño de Retiro, la mutación genética BRAF activa persistentemente una vía (denominada MAPK), que puede estimular el crecimiento y la proliferación de células tumorales.
Encorafenib “inhibe” la acción de la vía MAPK, responsable de estimular “el crecimiento y la proliferación de células tumorales” y se administra como terapia “en segunda línea” para el tratamiento del cáncer colorrectal metastásico en combinación con cetuximab, un anticuerpo monoclonal que ataca al receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), una proteína que se encuentra alterada en las células malignas, favoreciendo su crecimiento y multiplicación, explicaron de manera técnica.
“Estamos asistiendo a una etapa de la medicina personalizada, en la búsqueda del mejor tratamiento para el paciente adecuado y la disponibilidad de esta combinación es un ejemplo claro de avances en esta área específica de los pacientes con cáncer colorrectal metastásico con mutación BRAF V600E”, detalló O’Connor.
Asimismo, agregó que “hasta ahora, no contábamos en Argentina con un esquema de tratamiento específico para este subtipo de tumor” y remarcó que el cáncer de colon “en nuestro país, constituye la segunda causa en incidencia y mortalidad dentro de los distintos tumores, por lo que son cuadros frecuentes en el consultorio del oncólogo”.
“Poder contar con nuevas opciones terapéuticas y dirigidas por biomarcadores, como en este caso, permite tener mayor probabilidad de respuesta y mayor beneficio clínico para el paciente”, aseguró el oncólogo.
En los casos de melanoma no resecable o metastásico, la indicación es a partir de primera línea de tratamiento junto a binimetinib, una medicación que inhibe la actividad de unas proteínas (MEK1 y MEK2) que se encuentran alteradas y que favorecen el proceso de multiplicación de las células cancerosas.
Ambos medicamentos se administran en forma oral, mientras que el cetuximab (para el cáncer colorrectal) es por vía intravenosa.
La aprobación que otorgó la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para el uso combinado de encorafenib más cetuximab se basó en los resultados del estudio clínico Beacon CRC 5, que demostró que esa combinación obtenía “una tasa de respuesta objetiva 10 veces superior (20% vs. 2%) a la alcanzada con la medicación estándar”, se detalló en la presentación.
“También la sobrevida global (SG) fue superior: 8,4 meses contra 5,4 meses del grupo control y la mediana de sobrevida libre de progresión (SPL) lograda fue de 4,2 meses contra 1,5 meses”, se añadió.
En cuanto a la aprobación de la combinación de encorafenib y binimetinib para el tratamiento de pacientes adultos con melanoma no resecable o metastásico con mutación BRAF V600 16, se respaldó en el estudio Columbus 17 publicado en The Lancet 18, un ensayo aleatorizado, abierto, de fase 3.
El informe demostró que la nueva combinación obtuvo una mejora significativa en la mediana de sobrevida libre de progresión y de sobrevida global en comparación con la droga vemurafenib, alcanzando una mediana de sobrevida libre de progresión de 14,9 meses en comparación con los 7,3 meses evidenciada en el grupo control, y una mediana de sobrevida global de 33,6 meses que duplica la sobrevida global evidenciada en el grupo control (16,9 meses).
“Hasta el momento ninguna combinación de fármacos había demostrado una “mediana de sobrevida global superior a los 25 meses, por lo que el nuevo tratamiento combinado tiene el potencial de pasar a representar un nuevo estándar para la atención de los pacientes con esta mutación”, se destacó.
Por su parte, Cinat hizo hincapié en que “los avances conseguidos en estos últimos años en el tratamiento del melanoma avanzado son muy importantes, tanto en cuanto a blancos moleculares como a inmunoterapia. Hemos logrado controlar esta enfermedad por años en un porcentaje creciente de casos, pero sabemos que por el momento más de la mitad de los pacientes van a terminar falleciendo por esta causa”.
“Disponer de nuevas opciones de tratamiento que puedan superar la eficacia y/o mejorar la tolerancia de los tratamientos ya establecidos es siempre bienvenido”, agregó la oncóloga.
Asimismo, aseguró que “esta combinación claramente ha demostrado su eficacia en este escenario y, si bien no está comparada cabeza a cabeza con las otras dos previamente aprobadas que actúan a través de un mecanismo de acción muy parecido, podríamos decir que al menos su eficacia es similar. Su perfil de toxicidad parecería ser, en líneas generales, más tolerable que las otras, especialmente en cuanto a síntomas similares a la gripe o reacciones cutáneas”.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, a partir de proyecciones del Observatorio Global del Cáncer (Globocan 2020) , se diagnostican en nuestro país casi 16 mil casos de cáncer colorrectal (CCR) por año, lo que lo transforma en el tipo de tumor más frecuente luego del cáncer de mama y por sobre los de pulmón, próstata y riñón, representando el 12.1% del total de los casos.