Un equipo de ingenieros británicos descubrió que las hebras obtenidas a partir de los hongos filamentosos pueden usarse potencialmente como un material biodegradable y que se repara a sí mismo para la elaboración de un sustituto funcionalmente avanzado del cuero.


 

Las células vivas en el interior de materiales modificados pueden adaptarse a su entorno según los científicos quienes además evaluaron las potencialidades del hongo filamentoso “Ganoderma lucidum”, que produce una “piel” a partir de filamentos ramificados en forma de hilo, conocidos como hifas, que se entretejen naturalmente en una estructura llamada micelio vegetativo.


 

El proceso utilizado para producir estos materiales tiende a eliminar las clamidosporas, unas células vegetativas de paredes gruesas y resistentes que se forman en un extremo de la hifa. Estas esporas, que ayudan al organismo a sobrevivir en condiciones desfavorables, pueden ser la clave de las propiedades de autorreparación del material por su capacidad de regenerarse.

Los materiales a base de micelio ya se están utilizando en una variedad de campos, desde la construcción hasta los textiles. Sin embargo, el proceso utilizado para producir estos materiales tiende a eliminar las clamidosporas, las esporas de hongos que ayudan al organismo a regenerarse.