Marcela Acuña, madre de César Sena y una de las principales sospechosas del femicidio de Cecilia Strzyzowski, volvió a escribir un comunicado defendiendo su inocencia y la de su esposo Emerenciano Sena. Además, apuntó contra los medios de comunicación.
“Bajo ningún concepto, dado todo punto de vista, ni Emerenciano ni yo tenemos las manos manchadas con sangre, no hay antecedentes, ni historias que puedan justificar semejante barbaridad”, expresó la ex candidata a intendenta de Resistencia, detenida en la comisaría 6ta. del barrio Santa Inés, en una carta dirigida a la comunidad, a la que accedió Télam.
La acusada además dijo que “la justicia parece desconocer no solo nuestra forma de pensar y de vivir que da testimonio de lo que somos, sino también desconocen las pruebas que muestran a las claras nuestra inocencia”. Y se preguntó: “Ahora, si la fiscalía supiera o sabe que somos inocentes, ¿Por qué desde un primer momento instaló contra Emerenciano y quien escribe otras versiones?”.
La madre del presunto femicida de Cecilia y cómplice de su hijo, aseguró que ella y su esposo “jamás asesinaron a nadie”, y culpó a “los medios sensacionalistas” que “así lo señalan”. Más adelante, en el escrito Acuña comparó a su marido con Milagro Sala, dirigente social y política condenada a 13 años de prisión por el delito de “fraude a la administración pública, asociación ilícita y extorsión que fue confirmado por la Corte Suprema de Justicia”.
“El milagro de Emerenciano de haber construido casas, bibliotecas, escuelas, jardín de infantes, centros recreativos, es el mismo castigo que le dan a Milagro Sala en Jujuy. Es lo mismo, la diferencia es el adjetivo calificativo, Milagro es chorra, Emerenciano es asesino, que aunque se demuestre que no lo es, igualmente es el padre del que podría ser asesino”, sentenció.
Esta es la segunda carta que escribe Acuña. La primera tuvo lugar el 14 de julio y estuvo dirigida a su “compañero” Emerenciano, en la cual le pidió disculpas por “encubrir a César”.
“Te quiero mucho Emerenciano, te pido que tengas la valentía de siempre, la que enseñaste y que hoy me mantiene firme en mis convicciones y en el amor. Sabés, me siento muy triste, pienso en César en todo lo que estará pasando y sufro mucho, pero dejo en manos de Dios y la Virgen que me lo cuiden hasta que pueda salir de aquí”, dijo en su momento.
“Siento que te fallé por cubrir a César, y no puedo vivir con eso”, confesó y agregó: “Ojalá pronto llegue tu libertad. Yo no, yo lo cubrí a César, lo protegí. Te oculté para no involucrarte y salió todo mal, y mucha gente inocente está presa, empezando por vos”.
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