Vanilla, una chimpancé que estuvo encerrada casi toda su vida en una pequeña jaula, vió el cielo por primera vez y quedó deslumbrada. La chimpancé, parecía feliz cuando llegó al santuario en Fort Pierce, Florida, Estados Unidos.
Según publicó el diario británico The Mirror, el animal de 29 años fue una vez víctima del Laboratorio de Medicina y Cirugía Experimental en Primates (LEMSIP) en Nueva York. El lugar alguna vez albergó alrededor de 300 fichas y otros 300 monos antes de que se cerrara en 1996. A los chimpancés como Vanilla se les negó el acceso al aire libre y se les mantuvo en pequeñas jaulas, según los defensores del Proyecto R&R animal.
Vanilla vivió allí hasta los dos años antes de que la llevaran a Wildlife Waystation en California, un recinto mucho más grande.
Su perfil de Save the Chimps dice: “Pasé mis primeros años en un laboratorio de investigación biomédica en Nueva York, donde los chimpancés se alojaban comúnmente en jaulas de 5’x5’x7′ suspendidas del suelo como jaulas de pájaros. Estuve entre los treinta chimpancés que fueron enviados a Wildlife Waystation en 1995, donde me uní a un pequeño grupo familiar”.
Estuvo allí hasta 2019, cuando el refugio cerró y se vio amenazado por incendios forestales. El perfil explicó que “en 2019, Wildlife Waystation cerró, lo que provocó que casi 480 animales necesitaran ser reubicados, incluidos 42 chimpancés”.
“Se necesitó mucha gente dedicada para hacer posible nuestra mudanza a Florida y ahora espero poder llamar a este mi hogar para siempre”, acotaron.
Vanilla recibió un gran abrazo del macho alfa Dwight mientras observaba su nuevo entorno, una isla de tres acres. Dwight y Vanilla tienen una relación “juguetona” y ella incluso le roba comida.
DEsde el nuevo hogar de la chimpancé dijeron que “Vanilla se está adaptando muy bien. Cuando no está explorando la isla con sus amigos, por lo general se la puede encontrar en lo alto de una plataforma de escalada de tres pisos examinando su nuevo mundo”.