El Vaticano encendió las alarmas este lunes al confirmar que la salud del Papa Francisco atraviesa un momento crítico. Según el parte médico emitido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Santo Padre sufrió dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda debido a una significativa acumulación de moco en los bronquios, lo que desencadenó un severo broncoespasmo.
Ante esta complicación, el equipo médico del Pontífice realizó dos broncoscopias para aspirar las abundantes secreciones que obstruían sus vías respiratorias. Si bien el comunicado destaca que Francisco se mantiene “lúcido y orientado”, los especialistas prefieren mantener un pronóstico reservado, ya que su estado sigue siendo delicado y aún no está fuera de peligro.
En las últimas semanas, la salud del Papa había sido motivo de preocupación, con episodios intermitentes de fatiga y dificultades respiratorias. Su frágil cuadro ha obligado a suspender algunas de sus actividades oficiales y reforzar los controles médicos.
El mundo católico sigue atento a la evolución de Francisco, mientras el Vaticano monitorea de cerca su estado y mantiene la cautela ante la gravedad de la situación.