Eva Mabel Paole de Juárez, también conocida como “Chacha”, falleció recientemente a causa de un infarto. Ella era la hija del millonario Rufino Otero, cuya madre había sido empleada doméstica y amante del hacendado. Después de enterarse accidentalmente de la identidad de su padre, Eva, quien en ese momento era una jubilada con una pensión mínima en Acha, luchó durante más de una década en un proceso legal complejo y emocionalmente difícil para demostrar su filiación y heredar su parte de la fortuna de 30 millones de dólares que dejó Otero al morir en 1983.
Después de ocho análisis genéticos y una profanación del cadáver de Otero durante el juicio de filiación que Eva inició en 1999, la justicia finalmente dictaminó en 2012 que ella era la única heredera del hacendado y, por lo tanto, merecedora de la mitad de su fortuna. Sin embargo, todavía tenía que luchar por su acceso a una parte diezmada de los bienes que dejó Otero. En ese momento, Eva vivía en su hogar en General Acha, dependiendo únicamente de su pensión mínima.