En la búsqueda de una alimentación adecuada, la elección de los alimentos juega un papel fundamental, y una decisión relevante a tener en cuenta es si se busca subir o bajar de peso. En este sentido, es esencial comprender que no es lo mismo evaluar un alimento a partir de sus calorías que a partir de su valor nutricional.
Cuando hablamos de calorías, nos referimos a la cantidad de energía que un alimento aporta por gramo. Si bien este valor es relevante para determinar el impacto energético de un alimento en nuestro organismo, es necesario considerar que no todos los alimentos son iguales en términos de su aporte nutricional.
Es aquí donde cobra importancia el análisis nutricional, el cual permite conocer en detalle los nutrientes presentes en cada alimento y su relación con nuestras necesidades diarias. Al comprender la composición nutricional de los alimentos, podemos garantizar que nuestro organismo reciba los nutrientes esenciales para su correcto funcionamiento.
El análisis nutricional también se relaciona con el estilo de vida y nivel de actividad de cada persona. Es crucial considerar cuánta actividad realiza cada individuo, ya que esto influye en las necesidades energéticas y nutricionales específicas de cada caso. Al adaptar nuestra dieta a nuestro nivel de actividad, podemos asegurarnos de que estamos proporcionando a nuestro cuerpo la cantidad adecuada de nutrientes y energía.
En algunas ocasiones, optar por alimentos con mayor contenido calórico puede ser beneficioso, siempre y cuando estos aporten una mayor densidad nutricional. Es decir, que contengan una mayor concentración de vitaminas, minerales, proteínas y grasas saludables en comparación con su contenido calórico. Esto asegura que estamos obteniendo una mayor cantidad de nutrientes esenciales por cada caloría consumida, lo que resulta más favorable para nuestro bienestar general.
La nutricionista Sol Nacul, durante su participación en el programa Vivo Mañana, compartió una de sus recomendaciones clave para una dieta saludable. Según Nacul, es preferible utilizar aceite de oliva en lugar de aceite de girasol, ya que ambos pueden tener una cantidad similar de calorías, pero el aceite de oliva ofrece una mayor densidad nutricional. Esto significa que el aceite de oliva proporciona una variedad de nutrientes esenciales adicionales, como grasas saludables y antioxidantes, lo que lo convierte en una opción más beneficiosa para nutrir nuestro organismo.