Un hombre fue detenido como sospechoso del robo del auto que fue utilizado por los maleantes que cometieron el crimen del colectivero Daniel Barrientos, muerto de un balazo en el estómago el lunes pasado en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, con lo cual ya son cuatro las personas arrestadas en torno de esta investigación.

Fuentes policiales y judiciales citadas por Télam confirmaron este viernes que la detención se concretó en las últimas horas y que se trata de Rodrigo Pablo Pititto (22), el cuarto sospechoso apresado en el marco de la causa por el asesinato del colectivero de 55 años, dos de ellos como coautores del crimen y los otros dos por el robo del Fiat Siena patente que se cree fue utilizado en el hecho y que fue encontrado quemado el mismo lunes en otro barrio del partido de La Matanza.

Según los investigadores, la detención de Pititto se concretó este viernes, luego de que un familiar del sospechoso se presentara en la comisaría de Villa Dorrego, en La Matanza, para decir que días atrás habían allanado su casa y que el sospechoso no había sido hallado, pero que ahora estaba allí.

Con relación al robo del Fiat Siena, el fiscal indagó ayer al otro detenido, Fernando González, alías Pancho, quien negó todos los cargos que se le imputan, tanto su vinculación con el robo del auto, como conocer a los dos detenidos por el homicidio del chofer.

El fiscal Duplaá mantiene detenidos como presuntos coautores del delito de homicidio criminis causa, agravado por el uso de arma de fuego, en concurso real con robo agravado por el uso de arma de fuego a Alex Gabriel Barone (19) y Gabriel Alejandro Barone (24), quienes negaron los cargos al ser indagados durante esta semana.

Los familiares de los Barone insisten que no tienen nada que ver con el crimen del policía y que son dos “perejiles”.

Ezequiel Barone, el hermano de Gabriel, dijo esta mañana al canal de noticias TN que estaba con él cuando la policía llegó a su casa para detenerlo y que no podía creer lo que pasaba.

“Recién ayer mi madre pudo ver a Gabriel en la comisaría y le dijo que jamás hizo lo que lo acusan, que no tiene nada que ver con el hecho”, ratificó el hombre, quien agregó que a su hermano lo detuvieron “por el teléfono celular”.

Tras la detención formal de ambos, avalada por la Justicia de Garantías de La Matanza, el representante del Ministerio Público espera los resultados de los estudios de dermotest y de los peritajes de los teléfonos secuestrados para establecer los roles que desempeñaron en el hecho cada uno de ellos, dijeron a Télam las fuentes judiciales consultadas.

El crimen del colectivero fue cometido el lunes pasadas las 4.30, cuando dos delincuentes abordaron el colectivo en la parada ubicada en el cruce de Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza.

Bajo amenazas con armas, los ladrones le robaron la mochila a una pasajera y luego dispararon contra el chofer indefenso, a pesar de que no ofreció resistencia, quien murió sentado al volante de su unidad.

Ante esa situación, un efectivo de civil de la policía de la Ciudad se identificó, extrajo su arma reglamentaria y se enfrentó a tiros con los asaltantes.

En el lugar se realizaron 16 disparos y una cámara de seguridad registró el momento en el que los ladrones huyeron corriendo del lugar hasta el cruce de una calle en la que se presume los aguardaba el auto Siena en el que finalmente escaparon.

Luego del crimen, choferes de 86 líneas de colectivos de la zona oeste del conurbano, convocados por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), iniciaron una medida de fuerza y realizaron cortes en reclamo de seguridad sobre la ruta 3 y la avenida General Paz, a la altura de Lomas del Mirador.

En medio de una de esas protestas, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, fue agredido por los choferes que en medio de su aparición sorpresiva en una colectora mientras daba notas a la prensa lo insultaron, apedrearon y golpearon con puños y patadas, por lo que debió ser retirado del lugar por personal de Infantería de la Policía de la Ciudad y asistido en el Hospital Churruca por una fractura de cráneo y hundimiento de la órbita ocular.