Javier Milei es la gran estrella de la jornada, Patricia Bullrich estaba arriba de Horacio Rodríguez Larreta y el peronismo gobernante parecía hacer una mala elección. Esos eran los primados datos que emergían, sin datos oficiales, de la propia información de los frentes que participan de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso). La participación fue baja si se compara con elecciones anteriores, pues quedó por debajo del piso histórico del 70 por ciento para las internas presidenciales pero no tanto: 68,3 por ciento, un número mayor al de las legislativas de 2021.

La elección se desarrolló de 8 a 18, aunque en la ciudad de Buenos Aires continuaron abiertas hasta las 19.30. Esto se debió a demoras que se generaron por problemas con el voto electrónico, sistema con el que se sufraga en el rubro jefe de Gobierno porteño.

En cuanto al porcentaje de asistencia, quedaría por debajo del piso histórico del 70 por ciento parea una Paso presidencial, pues rondaría el 68,3 por ciento según informó la Cámara Nacional Electoral. Ese porcentaje, sin embargo, es mayor al de las Paso legislativa que fue del 67,78.

A las 18 comenzó un escrutinio que se espera que sea lento, con tendencias relativamente claras recién para después de las 22.

En los búnkeres de los distintos partidos se coincidía en que Milei hizo una gran elección, con base en tres provincias: Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. También en algunos lugares del Gran Buenos Aires, donde claramente penetró el voto histórico del kirchnerismo. Y ganó en provincias más chicas como Neuquén.

Mientras tanto, en Juntos por el Cambio, sin dar por cerrada la disputa, se hablaba de una ventaja de entre 3 o 4 puntos a favor de Bullrich.

La crisis económica con una inflación lacerante más el enojo o desencanto de gran parte de la población hacia la dirigencia son el marco que rodeó el acto electoral, que significa también el inicio de un proceso de renovación de los liderazgos encarnados por las dos figuras que dominaron el escenario político durante los últimos años: los expresidentes Cristina Kirchner y Mauricio Macri, ambos ausentes en las boletas después de mucho tiempo.

En ese plano, Milei, con su discurso anticasta, parece haber capitalizado esa bronca del electorado.

Los últimos dos días de campaña sumaron un factor que enrareció más aún el clima social: la visibilidad que adquirió la violencia, otra cara de la tremenda crisis que atraviesa la Argentina, a partir de dos muertes: la de una niña de 11 años al ser asaltada por motochorros frente a su escuela en Lanús y la de un hombre que participaba de un acto de protesta en el Obelisco que fue reprimida con fiereza por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires a pesar de que los manifestantes no habían cortado la calle.