El Gobierno nacional suspenderá la Ley de Alquileres, debido a que en menos de dos años desde su implementación esta ha ocasionado un aumento en los precios de las locaciones por la reducción de la oferta de inmuebles.
Durante una reunión entre el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Sergio Massa se discutió esta cuestión como un asunto prioritario y se decidió estudiar el marco jurídico aplicable para llevar a cabo la suspensión legal de la norma. Para lograr esto, se está considerando la posibilidad de emitir un Decreto de Necesidad y Urgencia.
La Ley de Alquileres, aprobada en noviembre de 2019 y vigente siete meses después, estableció una serie de condiciones que llevaron a los dueños de propiedades a decidir no alquilarlas. Algunos de los puntos más cuestionados son la extensión de los contratos de alquiler a tres años, la forma de actualización anual de los precios y la aplicación de un índice para establecer los aumentos.
Estos obstáculos y riesgos para los propietarios llevaron a la retirada de muchos inmuebles del mercado y a la oferta de alquileres temporales, que no están sujetos a la ley. A pesar de que se presentaron decenas de proyectos para modificar la ley en el Congreso, nunca se llegó a un consenso necesario.