Cuatro barcos por día. Esa es la cantidad de buques cerealeros que llegaron durante enero a los puertos del Gran Rosario para cargar granos. En total, el mes pasado arribaron 126 a los muelles que están entre Timbués y Arroyo Seco, según el relevamiento que realiza la Bolsa de Comercio de Rosario en base a datos que recaba de las agencias marítimas. ¿Esa cantidad es mucha o poca? Es la peor en años, casi en una década. Hay que remontarse a 2014, cuando arribaron 102 barcos, para encontrar registros tran bajos en el primer mes del año.
Para ponerlo en números, mientras que el mes pasado se agenciaron 126 barcos, en enero del año pasado habían arribado 208, una caída del 40%. Fue así que en enero de este año se embarcaron 400 mil toneladas del cereal contra los 2,93 millones de toneladas del primer mes del año 2022.
En enero de 2021 habían llegado 212 buques y en 2020 arribaron para cargar 203. Como se muestra en el gráfico sumado a continuación, en 2019 fueron 188 y en 2018 la cifra fue de 183, para mostrar la performance de los años recientes.
La razón de la caída es una sóla y contundente: la histórica sequía que le asestó un muy duro golpe a la campaña agrícola. La seca hizo añicos la cosecha de trigo (se perdieron 10 millones de toneladas) y también hizo pasar desapercibida a la de maíz de primera (que son los cultivos que se suelen embarcar en enero). Y para peor el escenario no mejora: se espera la peor cosecha de soja de los últimos 6 años, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
A la hora de trazar escenarios sobre el impacto de la sequía se mira la menor afluencia de dólares por el menor volumen exportador, los menores ingresos por recaudación y los problemas para las empresas agropecuarias. Pero en la zona portuaria del Gran Rosario se suma que la menor actividad logística tiene impacto directo no sólo en las propias terminales sino en todo el conglomerado de empresas que le prestan servicios a la carga, a los barcos, las tripulaciones y los puertos que están en un horizonte complicado.
¿Y los camiones?
La menor actividad logística (que es la otra cara de la moneda de la escasa operatoria de comercio en el mercado de la Bolsa de Rosario que hace semanas que no publica precios de Pizarra por la falta de volumen operador) también se nota en las rutas de la región.
En concreto, según el sistema Stop (de turnos digitales de descarga del Ministerio de Transporte de la Nación), en enero arribaron 50 mil camiones cargados con granos, contra los 121 mil de enero pasado; los 112 mil del 2021 y los 161 mil del 2020. Esa menor afluencia se nota en las rutas y accesos a los puertos.
“Desde hace años nuestra entidad coordina con las autoridades municipales y provinciales el Operativo Cosecha, que permite ordenar el tránsito de los camiones que llegan a los puertos. Siempre arranca en marzo, cuando empieza a llegar la gruesa, y dura unos 90 días. Esta vez, por la menor afluencia de camiones proyectada, arrancará recién hacia abril y es probable que dure sólo 60 días”, cuenta Gabriel Abbo, gerente de la Cámara de Comercio e Industria de San Lorenzo, la principal organización empresarial de la zona.
“Justo días atrás lo charlabamos en la comisión de logística: nunca se habló de un operativo tan corto que arranque tan tarde. Ni se notó la entrega de trigo y también pasó desapercibido el movimiento del maíz”, agregó.
“Sólo esperamos alguna complejidad en abril si el gobierno nacional implementó una tercera edición del Dólar Soja”, dijo sobre las insistentes versiones de que el Ministerio de Economía de la Nación volvería a implementar un nuevo tipo de cambio diferencial con miras a que incentivar la venta de soja y, por ende, el ingreso de dólares por exportaciones.
“Que haya menos movimiento en los puertos significa menos servicios prestados por las empresas de la región, menos insumos y productos vendidos y menos trabajo en las empresas. La caída le pega a todo el cordón industrial y se está notando en toda la economía”, advirtió el gerente de la entidad.
Ante este panorama, la Cámara de San Lorenzo tiene previsto una reunión en los próximos días con el Ministerio de Trabajo de la Provincia. “Queremos advertir sobre la situación. Todavía no registramos despidos, pero las empresas ya manifiestan una baja en la facturación y queremos anticiparnos a los problemas que puede generar la merma de trabajo”, contó Abbo.