Decidido a dar una señal de unidad y estabilidad interna tras los cambios, y envalentonado por la aprobación de la ley Bases en el Senado, Javier Milei encabezará mañana su primer acto institucional tras los cambios en el Gabinete junto a su equipo parcialmente renovado de funcionarios, incluida la alejada vice, Victoria Villarruel. En Gobierno lo toman como el inicio oficial del segundo semestre y el supuesto relanzamiento de la gestión bajo la nueva gestión de Guillermo Francos. Y no está confirmado si irá el anunciado futuro ministro de Modernización, Federico Sturzenegger, con quien está pendiente una reunión para delimitar los alcances del área que le asignarán.

De hecho, fue justamente en la celebración de esa reciente fecha patria donde tuvo su última presentación en público el ex ministro coordinador, Nicolás Posse, que ese tortuoso fin de semana fue desairado varias veces por el Presidente, antes de terminar eyectado entre vaivenes informativos.

Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa FeMaximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe

Mañana, 20 de Junio, el Presidente buscará exhibir el supuesto relanzamiento del Gobierno después de los convulsionadas despidos y renuncias de funcionarios de alto rango y segundas líneas, varios de los cuales siguen en el tintero. Aunque por ahora, el Gobierno no hizo anuncios relevantes de gestión. En Balcarce 50 aseguran que la eliminación del sistema de doble verificación que había impuesto el predecesor de Francos agilizó la administración y advierten sobre novedades para las próximas semanas. Por ejemplo, se esperan noticias del vapuleado ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello, que prepara una nueva estrategia de comunicación y anuncios, secretaría por secretaría.

Milei y sus ministros llegan a Santa Fe envalentonados por los anuncios positivos que exhibieron en los últimos diez días: la cifra a la baja de la inflación, la renovación del swap con China, la aprobación de la ley Bases en el Senado. Y dicen que ninguno de esos factores está empañado por los graves incidentes en el Congreso durante el debate; ni por las acusaciones en la Justicia contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ni por la orden de la jueza María Servini para liberar a varios de los detenidos en los incidentes, en medio de las fuertes denuncias por uso excesivo de la fuerza y la existencia de presos políticos de parte de la oposición.