Este lunes, los mercados bursátiles registraron un desplome global y los activos argentinos no fueron la excepción. En Wall Street, el índice Nasdaq sufrió una caída del 4%, su peor desempeño diario desde 2022.
Según Portfolio Personal Inversiones, “el panorama es cada vez más complejo y hacer proyecciones se vuelve un ejercicio de alto riesgo”, ya que el mercado pasa de preocuparse por la inflación a temer una posible recesión en EE.UU.
En este contexto, los ADR argentinos en Nueva York sufrieron importantes bajas, con Edenor (-10,5%), Banco Supervielle (-9,1%) y Banco Francés (-8,2%) entre los más golpeados. En Buenos Aires, el S&P Merval cayó un 5,5%, acumulando un retroceso del 27% en dólares desde su pico de enero.
Factores de presión: Trump, China y el FMI
El economista Gustavo Ber señaló que “las señales de Trump aumentan la preocupación a corto plazo”, ya que su administración sigue adelante con aranceles del 25% al acero y 10% al aluminio, mientras evalúa nuevas medidas contra Canadá y México, lo que podría afectar el acuerdo del T-MEC.
A esto se suman las señales de desaceleración en China y la incertidumbre sobre un nuevo acuerdo entre Argentina y el FMI, que busca inyectar fondos para reforzar las reservas del Banco Central.
Riesgo país y mercado cambiario
- El riesgo país argentino subió 30 unidades hasta los 723 puntos básicos, mientras que los bonos en dólares bajaron en promedio un 1,5%.
- En el mercado cambiario, el Banco Central compró USD 36 millones, pero las reservas cayeron USD 357 millones, ubicándose en USD 27.730 millones, el nivel más bajo desde septiembre.
- El dólar “blue” subió a $1.225, ampliando la brecha con el oficial a un 14,9%.
Perspectivas y cautela en los mercados
Ayelén Romero, de Rava Bursátil, explicó que “la incertidumbre en torno al acuerdo con el FMI y el ajuste en carteras de inversión mantienen la presión sobre acciones, bonos y el tipo de cambio”.
Mientras el Tesoro aún debe afrontar compromisos por USD 2.500 millones con el FMI este año y USD 12.700 millones en lo que queda del mandato, los inversores siguen atentos a señales que definan el rumbo de la economía y el mercado financiero argentino.