El presidente Javier Milei inauguró este martes el busto del exmandatario Carlos Saúl Menem en la Casa Rosada y, entre lágrimas, afirmó que se trató de “un acto de justicia”.
“Estamos reconociendo su liderazgo, su trayectoria política y sus gobiernos”, pronunció el libertario en su discurso sobre lo que considera un “homenaje al mejor presidente de los últimos 40 años, al menos”.
La primera en hablar fue Zulemita Menem, hija del ya fallecido expresidente, quien afirmó estar “muy honrada” de su padre, a quien definió como “un caballero de la política”.
“Le deseo, como ciudadana, todo el éxito que su dedicación y tarea merecen”, expresó la hija de Carlos Menem, dirigiéndose a Milei.
“Quiero agradecer desde lo más profundo de mi corazón que finalmente se concrete en este año, en una fecha con tan importante significado”, señaló además en alusión al aniversario número 35 del triunfo del dirigente peronista en las elecciones de 1989.
Luego, quien tomó la palabra fue Eduardo Menem, que agradeció a Milei y a su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, por el “gesto” de colocar el busto. En ese marco aseguró que “tendría que haber sido puesto antes” y pero resaltó que no se hizo por la “mezquindad política”.
El siguiente en realizar su discurso fue el presidente Milei. “Un día como hoy, hace 35 años este hombre que estamos reivindicado, fue electo presidente de la Nación. Por eso elegimos esta fecha para hacerle un homenaje y colocar su busto en el lugar que corresponde”, comenzó.
“De esta manera estamos reconociendo su liderazgo, su trayectoria política y sus gobiernos. Entregó a su sucesor un país ordenado. Logró ubicar a la Argentina en los protagonistas emergentes, modernizó las instituciones a través de la reforma constitucional (de 1994). Nos inspiró a quienes creemos en la libertad a seguir su ejemplo. Por todo esto hoy estamos haciendo homenaje al mejor presidente de los últimos 40 años, al menos”, insistió.
Luego se refirió a los indultos de Menem a militares y guerrilleros de la última dictadura, emitidos en su primera presidencia. “Tomó la decisión de pacificar a la Argentina a través de numerosos indultos a militares y a guerrilleros, como así también a guerrilleros”, sostuvo al hacer énfasis en ese último grupo. “Eso le costó a Menem peleas familiares porque estaba indultado quien le había impedido despedir a su madre. Dijo que lo más importante era pacificar a la Argentina, más importante que las cuestiones personales. Ese era Menem”, sostuvo.
Semanas atrás, la gestión libertaria dispuso reubicar el busto de Néstor Kirchner, que fue colocado ahora en un sector más retirado del salón, y el lugar que ocupaba la figura del santacruceño quedó reservado para recibir la de Menem.
Se trata de un lugar de privilegio de ese salón, a pocos metros del ingreso por explanada que utilizan los presidentes, funcionarios y visitantes ilustres de la Casa Rosada.
Un 14 de mayo, pero hace 35 años, Carlos Menem ganó las elecciones presidenciales, que habían sido adelantadas por la crisis inflacionaria que precipitó el fin del mandato de Raúl Alfonsín, poniendo inicio a un proceso político que se estiró por diez años y medio, gracias a la reelección de 1995.
Para ubicar el busto de un exmandatario en ese salón debe haber transcurrido dos mandatos desde su salida del poder, algo que no se había producido cuando Cristina Kirchner decidió emplazar el de su fallecido esposo.
En el recinto, que actualmente aloja 27 bustos de expresidentes, todavía deben ubicarse los de Isabel Martínez de Perón, Fernando de la Rúa y Cristina Kirchner, los tres que ya cumplen el requisito y aún no están emplazados.