En las próximas horas el presidente Javier Milei se trasladará a la Quinta de Olivos, ya con los caniles para sus “hijos de cuatro patas”,  sus cinco mastines ingleses llamados Conan, Murray, Milton, Robert y Lucas, nombres que hacen referencia a economistas liberales y libertarios (Milton Friedman, Murray Rothbard y Robert Lucas). El traslado de los objetos personales del jefe de Estado comenzó ya la semana pasada, según pudo confirmar Ámbito.

En tanto, según dijo el propio Milei, ya comenzará a habitar la finca residencial desde este lunes.  Planea trabajar tres días en la Quinta de Olivos y dos veces por semana –martes y jueves– lo haría en la Casa Rosada para asistir a la reunión de gabinete nacional.

La decisión del traslado responde a que la donación al gobierno nacional efectuada por Carlos Villate Olaguer, en 1918, dispone que debe ser ocupada por el presidente y, en caso contrario, la propiedad volvería a los herederos.

Para tener a sus perros, el Milei decidió la construcción de caniles que pagó de su bolsillo, señalan en la Casa Rosada. Sin embargo, esta obra se demoró por distintas razones. Una fue de orden burocrático, ya que demandó tiempo autorizar el ingreso a la quinta de la arquitecta designada por el mandatario para realizar las obras. Debe tomarse en cuenta, que todavía no fue nombrado el intendente de la residencia, designación que se conocería próximamente.

Los mastines habitarán en la Quinta de Olivos en una construcción que necesita que las paredes sean reforzadas, ya que cada uno de ellos pesa unos 100 kilos. De acuerdo a lo señalado por TN, cada perro tendrá su propio espacios ya que no pueden convivir porque se ponen violentos.