Con la presencia del presidente Alberto Fernández, el ministro de economía Sergio Massa y del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y su Gabinete porteño; el arzobispo, Mario Poli, remarcó a los dirigentes políticos que “la deseada unidad prevalece sobre el conflicto” y advirtió sobre la desigualdad. Luego,  reclamó a los candidatos que “demuestren su vocación de servicio”.

“La deseada unidad prevalece sobre el conflicto”, sostuvo el cardenal ante la atenta mirada de todos los presentes en el recinto.

Y agregó: “Nuestra Patria es un don de Dios confiado a nuestra libertad, como un regalo que debemos cuidar y perfeccionar: podremos crecer sanamente como nación si reafirmamos nuestra identidad común. En esta búsqueda del bienestar de todos necesitamos dar pasos importantes para el desarrollo integral”. “Cuando priman intereses particulares sobre el bien común o cuando el afán de dominio se impone por encima del diálogo y la justicia se menoscaba la dignidad de las personas e indefectiblemente crece la pobreza en sus diversas manifestaciones”, indicó, según informó Noticias Argentinas.

En otro pasaje de la oración, Polo expresó: “No puedo dejar de mencionar, como demuestran recientes estudios de campo, la sensible desigualdad que existe en un amplio sector de la población más vulnerable. Es de información pública que seis de cada diez niños, niñas y adolescentes argentinos son pobres y ese porcentaje se visualiza más crudamente si consideramos que alcanza a 8.200.000 menores de edad, de los cuales hay más de 4.200.000 con carencias alimenticias” .

“Al mismo tiempo cabe señalar que entre los niños, niñas y adolescentes pobres, 2 de cada 10 sufren privaciones graves. Si pensamos que en esa franja etaria son aproximadamente 11.556.000 alumnos del nivel inicial, primario y secundario en la escuela pública, estatal y privada , la educación, –uno de los derechos fundamentales de la infancia, y a mi entender, piedra basal de la democracia–, enfrenta graves desafíos”, completó.

Asimismo, el cardenal pidió dejar de “alimentar la confrontación buscando culpables en el pasado o en el presente”, y aconsejo abordar las diferencias mediante un diálogo para poder llegar a un consenso.

“Debemos admitir con humildad, que si hablamos de un debilitamiento y descrédito de nuestra democracia, sus causas hay que buscarlas en la suma de responsabilidades compartidas de todos”, finalizó Poli.