El mes de abril trae consigo la expectativa de conocer la nueva cifra de inflación, siempre un indicador clave para la economía nacional. Según las estimaciones de diversas consultoras privadas, se prevé que nuevamente se registre un índice de un solo dígito, siguiendo la tendencia observada en febrero y marzo.
Para muchos analistas, esta posible disminución en la tasa de inflación, que se estima podría situarse por debajo del 8%, genera interrogantes sobre el significado que ello tiene en términos de reactivación económica y actividad comercial.
Aunque una inflación moderada puede ser interpretada como un indicio positivo, algunos expertos advierten que el bajo índice no necesariamente equivale a una verdadera reactivación económica. Señalan que factores como la estabilidad de precios pueden estar influyendo en esta tendencia, más que un aumento significativo en la actividad económica.