El cauce del río Lules, en el oeste de Tucumán, se convirtió en el escenario de un hallazgo que sacudió a la comunidad. En la mañana del lunes 3 de marzo, efectivos policiales y personal de emergencias fueron alertados sobre la presencia de un cuerpo sin vida flotando en el agua, a unos 300 metros del puente que cruza la zona.
Al llegar al lugar, los investigadores pudieron confirmar que se trataba de un hombre de 60 años que, según las primeras averiguaciones, residiría en la zona sur de la capital tucumana. Entre sus pertenencias se encontró su documento de identidad, lo que permitió avanzar con la identificación preliminar, aunque las autoridades aún no han hecho pública su identidad.
Investigación en marcha
El fiscal Carlos Sale, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Homicidios II, se hizo presente en la escena para coordinar las tareas periciales y supervisar las primeras medidas investigativas. Luego de un relevamiento exhaustivo en la zona, el cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial, donde se le practicarán pericias científicas y la autopsia correspondiente.
“Tenemos que aguardar la realización de la autopsia para determinar las causas del fallecimiento”, señaló el fiscal Sale, remarcando que aún no se pueden descartar hipótesis sobre lo sucedido.
¿Accidente, suicidio o crimen?
Las circunstancias en torno a la muerte del hombre aún no están claras. Investigadores intentan reconstruir las últimas horas de la víctima para determinar si se trató de un accidente, un suicidio o si hubo intervención de terceros.
Vecinos de la zona indicaron que en los días previos no habían notado movimientos extraños, pero la presencia del cuerpo en el río plantea muchas preguntas. Peritos trabajan en establecer si hay signos de violencia, si la víctima cayó al agua de manera accidental o si fue arrojada sin vida.
Mientras tanto, la Justicia analiza imágenes de cámaras de seguridad de las inmediaciones y toma declaraciones a personas cercanas a la víctima para reconstruir su rutina y posibles conflictos recientes.