Marcela Acuña, una de las principales sospechosas del caso de Cecilia Strzyzowski —desaparecida desde el viernes 2 de junio— escribió una carta desde la cárcel y acusó a su hijo. Sostuvo que es un ataque por la grieta, criticó a “los medios” y ratificó su inocencia.
La suegra de la víctima apuntó en el escrito contra el “partido judicial y a los radicales” de “armar una causa”. Sostuvo que tanto su esposo como ella están presos siendo “inocentes”. A puño y letra, repudió el presunto femicidio y aseguró que “no hay pruebas para que estén detenidos”.
“No hay que confundir. Una cosa es el hecho del femicidio de Cecilia, repudiable desde todo punto de vista y otra cosa es el querer inculparnos desde una fiscalía que sin pruebas nos tiene encerrados“, empezó en la masiva a la que tuvo acceso Infobae.
En ese mismo sentido, sobre su detención describió que “los pasean como trofeos con esposas como delincuentes”. Además, agregó: “Nos mete en una causa con una carátula que no se sostiene hacia nosotros con pruebas, solo con supuestos”.
“¿Por qué, si fue César mi hijo responsable, nos incriminan a nosotros? Creo que por muchos motivos, principalmente la grieta que vivimos como patria, nosotros somos parte de una generación nueva junto a Emerenciano”, sentenció.
Además, dijo que “encontraron el punto exacto para atacarnos en serie a Emerenciano, a lo que él significa, y a (gobernador Jorge) Capitanich, en un escenario electoral, donde lo que tienen son los grandes medios a su favor, y una Justicia de calzoncillos flojos que, indudablemente, influenciados por los grupos económicos que manejan los grandes medios, no dudó en encerrarnos y prenderse a los desmanes del falso periodismo, sumado a las redes ilícitas de difamación, los cuales son muchos”.
En la carta se dirigió sin filtros a los dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR) y escribió: “Los radicales se hicieron ver y por desgracia, tomaron el dolor de un pedido por bandera política, mezclando todo y dando mucho para que se tergiverse los medios”.
“Aquí estamos en esa batalla donde los que estamos encerrados somos nosotros, no ellos, y nuestra vulnerabilidad, sin tener voz y privados de libertad, hace que seamos socialmente culpables”, agregó.
“Condena social por ser papá y mamá de César, por ser piquetero, por ser socialistas, por haber tenido a mi padre detenido por razones políticas, por haber levantado la bandera cubana con la argentina, por amar a un caudillo rojo, por haber hecho en Emerenciano más de 400 casas y estamentos públicos. Somos inocentes y aquellos que actúan con malicia, que Dios los perdone, han generado mucho dolor y eso todo Dios ve. No se usa el dolor ajeno para posicionarse en una sociedad que cree en los medios de comunicación”, cerró.