Destacó la importancia del apoyo de sus seres queridos para atravesar esa adicción: “Se me acercaron muchos de mis compañeros de trabajo, mi jefe, todos a apoyarme. Sentí mucha contención, pero era muy difícil manejar la situación”.
Pero la cocaína no fue su único problema, dado que en varias oportunidades habló de su adicción a la comida y brindó detalles de estricto tratamiento al que se sometió para bajar de peso, con el que logró perder 25 kilos.
Su conexión con el humor había nacido tras sufrir episodios de bullying en la escuela. Sus compañeros se reían de las marcas que el acné había dejado en su rostro, entonces decidió reírse de sí mismo. No imaginaba que haría de esa característica un estilo de vida.
Mientras ejercía como profesor de Educación Física en el municipio bonaerense de San Martín decidió que estudiaría teatro en el Parakultural, el espacio indiscutido del off de su época.
Hasta que llegó el día que cambiaría su vida para siempre. Vio en televisión que el canal Telefe llamaba a un casting y fue así que en 1992 llegó a Video Match, el primer clásico programa que condujo Tinelli. Ciliberto se destacó en distintos sketches y se convirtió en el gaucho Martín Fierro, uno de los personajes icónicos de aquel ciclo. (La Nación)