Hoy arranca un paro nacional universitario de 48 horas, convocado por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, que agrupa a los principales gremios de la educación superior. Esta medida se extenderá hasta el martes y está enmarcada en una creciente preocupación por la falta de respuestas ante la situación económica y la crisis presupuestaria que atraviesan las universidades nacionales.
El conflicto surge luego de que el Gobierno Nacional ofreciera aumentos por decreto del 1,5% en enero y 1,2% en febrero, por debajo de la inflación registrada en esos meses (2,2% y 2,4%, respectivamente). Estos aumentos, que no logran empatarle a la inflación, han reavivado las tensiones que ya habían explotado el año pasado, con paros y marchas masivas en todo el país. “El salario de los docentes y no docentes no alcanza a cubrir lo más básico, y la situación de las universidades es cada vez más insostenible”, expresaron desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
Los reclamos no solo incluyen una recomposición salarial, sino también la asignación de recursos suficientes para garantizar el funcionamiento adecuado de las universidades, que se encuentran operando con una prórroga del presupuesto del año anterior, lo que implica una pérdida constante en términos económicos y una grave arbitrariedad en el manejo de los fondos públicos. El Secretario de Organización de CONADU, Federico Montero, destacó la violencia institucional sufrida durante la marcha de jubilados y reafirmó que el Frente Sindical no cesará en su lucha hasta obtener respuestas claras.
A esta compleja situación se suman las declaraciones de Francisca “Paquita” Staiti, de Conadu Histórica, quien subrayó que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que el Gobierno nacional planea firmar podría profundizar aún más la crisis, provocando mayores pérdidas salariales y precarización laboral. Además, los dirigentes gremiales advierten sobre el impacto en las obras sociales, que han tenido que reducir prestaciones ante la falta de recursos.
Desde el CIN, se mostró preocupación por la falta de actualización de los recursos destinados a las universidades, lo que pone en riesgo no solo la educación superior, sino también la ciencia y la tecnología. A su vez, reclaman una actualización del sistema de becas estudiantiles y una inversión urgente en infraestructura universitaria.
Mientras tanto, Jorge Anró, secretario adjunto de la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (Fatun), expresó que el paro de 48 horas es una respuesta a la “falta de respuestas del Gobierno”, a pesar de las movilizaciones y los reclamos de todo el año pasado. Anró subrayó que la lucha no solo es por los salarios de docentes y no docentes, sino también por el presupuesto destinado a ciencia, tecnología e investigación, áreas fundamentales para la consolidación del sistema universitario argentino.
El paro de hoy es solo el comienzo de un plan de lucha que continuará hasta obtener respuestas concretas. La unidad y el compromiso de los gremios en defensa de la educación pública y los derechos laborales de los trabajadores de las universidades continúan siendo el motor de esta protesta que, más que nunca, pone de relieve la urgencia de un cambio en las políticas educativas y presupuestarias del país.