Para ganar en primera vuelta, una de las cinco fórmulas presidenciales que superaron el piso de 1,5% de los votos en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto deberá conseguir en las elecciones generales del domingo el 45% de los votos o el 40% de los sufragios y una diferencia de 10 puntos respecto del binomio que se ubique en segundo lugar.
El sistema electoral que rige en el país, modificado por última vez en la reforma constitucional de 1994, impuso que los comicios presidenciales incluyan la posibilidad de una segunda vuelta o balotaje en lo que se refiere a la Argentina.
En caso de que ninguna fórmula alcance esas cifras, se celebrará la segunda vuelta, que la Constitución ordena realizar dentro de los 30 días posteriores a la elección general y que ya quedó establecida para el 19 de noviembre, según el cronograma dispuesto por la Cámara Nacional Electoral (CNE).
En ese caso, se realizaría un nuevo debate presidencial entre los dos candidatos que compitan en la segunda vuelta, previsto para el domingo 12 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se realizó el último, el pasado domingo 8 de octubre.