En la Ley de Trabajo que tiene Argentina, se detalla entre otras cosas, que cada empleador debe entregar a los trabajadores de su empresa un comprobante de liquidación de haberes apropiadamente confeccionado y en el cual se detalle cómo está compuesto el sueldo. En la actualidad, muchas empresas apostaron a la emisión online que también es válido.

A la hora de leer el recibo de haberes es fundamental saber que en el encabezado, se incluye el nombre del empleador o razón social, el domicilio y la Clave Única de Identificación Tributaria (CUIT). También el nombre y apellido del trabajador, su calificación profesional y el CUIL. Además, la relación laboral, como la fecha de ingreso y categoría, y el período de pago: lugar, fecha, período liquidado, cuenta bancaria.

El cuerpo central contiene, en una columna, todos los conceptos que se pagan al trabajador en bruto, sin ningún descuento: sueldo básico, antigüedad, presentismo, título profesional, adición remunerativa y no remunerativa, horas extras y/o adicionales.

En otra columna se podrán ver las deducciones o retenciones que se restan al monto anterior, entre ellas: Aporte jubilatorio 11%; Aporte al Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) un 3%; Obra social otro 3% y cuota sindical que el monto depende de cada gremio y no es obligatorio.

Al final, están sumadas cada una de las columnas y figura el salario neto, es decir aquel que el trabajador realmente percibe y puede usar, al que también se lo llama salario de bolsillo y debe ser expresado en números y letras.

Además, está el impuesto a las Ganancias, que solo se paga a partir de cierto ingreso que se denomina “mínimo no imponible”. Según la última actualización del Ministerio de Economía, el tributo alcanza a quienes superen una remuneración bruta mensual de $506.230. En este caso, el empleador actúa como agente de retención y es el responsable de transferir el impuesto a la Administración Federal de Ingresos Públicos.