El 25 de mayo de 1810 marcó un antes y un después en la historia nacional. En un escenario de fuerte crisis de la monarquía española, que se venía desarrollando desde principios de 1800, se produjo la Revolución de Mayo, el primer intento de crear un gobierno integrado por los criollos. El derrumbe del mundo monárquico abrió un nuevo camino para las colonias del Río de la Plata, que buscaron una nueva legitimidad para la vida en común, basada en los valores de la libertad, la soberanía y la igualdad.
En aquel mes de mayo de 1810, hace ya 213 años, después de un tiempo de fuerte convulsión política, la autoridad española, el virrey Cisneros, fue depuesto, se vio obligado a renunciar y, de ese modo, se pudo conformar la Primera Junta de Gobierno; es decir, la primera experiencia de un gobierno sin participación de la corona española. De esta manera, se constituyeron las bases para la futura independencia y la fundación de nuestra patria.
Aquel día, en el Cabildo, se firmó un documento redactado y firmado por personas que lo hicieron en “representación del pueblo”, y que exigía que la soberanía no se delegara en las autoridades coloniales. Así, el primer gobierno patrio había nacido.
Esta Primera Junta de Gobierno estuvo presidida por Cornelio Saavedra; Mariano Moreno y Juan José Paso fueron sus secretarios; y Manuel Alberti, Miguel de Azcuénaga, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Juan Larrea y Domingo Matheu, sus vocales.