La Cámara de Diputados aprobó en general este martes a la mañana la llamada ley de Bases y Puntos de Partida, en su nueva versión, que luego de la votación era debatida en particular. Atento a los antecedentes, cuando el proyecto original fracasó en esa instancia, no hay que dar nada por hecho. La ley, cuya aprobación el presidente Javier Milei considera una condición para la firma del Pacto de Mayo, debe pasar luego al Senado, donde acaso el oficialismo enfrenta mayores dificultades.
El debate en particular comenzó con duras discusiones, pues varios legisladores pidieron la votación nominal artículo por artículo. Pero el día anterior se había aprobado hacerlo por capítulo y el presidente de la Cámara, Martín Menem, se negó a cambiar esa situación, con apoyo del PRO.
Los capítulos en los que había más discusiones eran las facultades delegadas para disolver organismos públicos, el impuesto a las Ganancias, el régimen de grandes inversiones, la reforma laboral, los impuestos al tabaco y las privatizaciones. El primero ya había sido aprobado en el inicio del tratamiento en particular.
El proyecto tuvo, en el tratamiento en general, el voto favorable de La Libertad Avanza, el PRO, parte de Hacemos Federal, y la mayoría de la UCR.
Justamente el jefe de ese bloque, Rodrigo De Loredo, se mostró crítico del gobierno nacional y sus medidas, pero garantizó que el bloque de la UCR iba a acompañar los proyecto “por el pueblo”.
“Este gobierno está llevando adelante un ajuste con voracidad fiscal arrolladora, que lo argumenta desde una racionalidad teórica pero que lo ejecuta de una forma cruel. Se jactan de los despidos, de la interrupción de servicios, sin reparar que hay personas detrás de cada una de esas decisiones. Hay que tener cuidado de aquellos que divorcian la razón del corazón”, aseguró el dirigente cordobés.
Asimismo, sostuvo: “Este bloque no va a acompañarlos a ustedes, va a acompañar a un pueblo que alberga una esperanza, que la ha convertido prácticamente en una religión. Vamos a estar observando. Hoy este bloque de la UCR viene a decirle al Gobierno que le viene a dar las herramientas que reclama, pero le viene a quitar las excusas con las que gana tiempo”.
Otro que votó a favor, Miguel Angel Pichetto, señaló: “Hemos escuchado todos discursos viejos, atrasan 50 años. Algunos creen que todavía está el muro de Berlín”.
Y apuntó directamente al legislador Bertie Benegas Lynch, por su crítica a los políticos. “Tiene que cuidar las palabras, que la ley va a salir pero no por las ‘pirañas’. La Ley va a salir por el esfuerzo de la política”, manifestó.
Por parte de Unión por la Patria, el cierre estuvo a cargo de Leopoldo Moreau, quien volvió a marcar la postura de su bancada de cara a la votación de la ley Bases y el paquete fiscal, con fuerte críticas al gobierno nacional.
“Se pretende que nuestro país sea una factoría. Nosotros vinimos con la convicción de votar en contra. Y nos encontramos con este escenario y sectores que dicen que tienen que darle herramientas al Gobierno. Pero eso es jugar al ‘adivina, adivinador’. No podemos poner la ciencia de la Argentina, los intereses del país en una timba para ver a dónde sale”, dijo el legislador.
Y apuntó: “Lo que ha quedado en claro en este debate es que en la Argentina hay una oposición, y eso es muy importante. Espero que poco a poco los demás se vayan dando cuenta que tienen que cruzarse de vereda también. Hay que darle gobernabilidad a una sociedad que está a la interperie y que está abandonada, por políticas deshumizantes y en Estado que no funciona para nada”.
En tanto, llamó la atención la brevedad de los mayores defensores de la ley Bases, los representantes de la Libertad Avanza y del PRO.
Ritondo, titular del bloque del PRO, solo resaltó que el bloque votaría a favor “sin culpa, satisfecho, contento”, aunque eso no implique ser oficialismo. “No somos gobiernos ni cogobierno, pero entendemos el rol que nos dieron con el voto. No le mentimos a nadie. Creemos, primero, en la palabra empeñada, segundo, en el debate interno, que está agotado, está saldado”, dijo. Habló poco más de cinco minutos.
Menos tiempo aún utilizó el jefe de la bancada de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni, que dijo que hay que achicar al mínimo posible el Estado. “Sigamos caminando hacia una Argentina más libre y próspera. Sighamos caminando por el camino del presidente Milei. !Viva la Libertad!”, señaló.
Peleado desde el principio
El inicio de sesión no estuvo exento de debate. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, sometió a votación el plan de Labor Parlamentaria, que resultó aprobado con 140 votos afirmativos, 109 negativos y 0 abstenciones.
De esta manera, la ley de Bases y el paquete fiscal se trataban de forma conjunta y su votación se dispuso por separado, según detalló el sitio Parlamentario.
En tanto, la votación en particular se iba a hacer por capítulos, aunque diputados de los bloques dialoguistas reclamaron que algunos artículos se voten de manera diferenciada.
Con el apoyo de la oposición dialoguista (radicalismo, el PRO, Hacemos Coalición Federal y varios partidos provinciales), el Gobierno tuvo luz verde para obtener la media sanción de su megaproyecto que incluye la privatización de once empresas públicas, la eliminación de la moratoria previsional, beneficios impositivos para las grandes empresas y las facultades extraordinarias para Javier Milei.
Los artículos más conflictivos eran la restitución de Ganancias en el paquete fiscal o la reforma del Estado en la ley Ómnibus, específicamente el artículo 3 que es el que faculta al Presidente a intervenir y eliminar los organismos del Estado (hayan sido creados por ley o no).
La oposición había logrado introducir un listado de excepciones para esta facultad -como el Conicet, el Malbrán, Anmat, Conae, el Incaa, entre otros- de modo de blindarlos contra la voracidad anti estatal de Milei. En la práctica, sin embargo, había llevado a que los restantes organismos públicos entraran en pánico.
Otro de los puntos de la ley Bases que tenía preocupado al oficialismo es el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que propone beneficios impositivos exorbitantes para quienes inviertan más de 200 millones de dólares. Votaba en contra el sector más duro de la UCR – línea Facundo Manes- y varios diputados de HCF, como la CC, así como algunas bancadas provinciales. “Presten atención a los sin tierra, ellos van a generar problemas”, deslizaban los cordobeses que responden a Martín Llaryora.
Un escenario similar se observaba con el capítulo de Ganancias del paquete fiscal, en donde el rechazo de las provincias del sur podría hacer tambalear el número. Un sector del oficialismo se entusiasmaba con poder conseguir el aval de dos provincias norteñas peronistas que se verían beneficiadas con la restitución del impuesto (que es coparticipable): Catamarca y Santiago del Estero.
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