Un vuelo de Aerolíneas Argentinas que salió de Bariloche y tenía como destino Buenos Aires tuvo problemas técnicos que obligaron a realizar un aterrizaje de emergencia en Neuquén durante la noche del martes. Se vivieron momentos de mucha angustia entre el pasaje.

La situación de altísima tensión comenzó a apenas 20 minutos del despegue. De acuerdo con el relato de uno de los pasajeros, cuando el avión alcanzó los 10.000 pies de altura, el piloto anunció que iniciarían el descenso. “Se empezó a sentir olor a quemado y a combustible”, describió.

Según trascendió, debido a problemas de presurización de la cabina, la tripulación tomó la decisión de solicitar autorización para aterrizar. Nicolás, uno de los pasajeos, relató: “Empezó a hacer un calor impresionante y se comenzó a sentir la presión en los oídos”.

El aterrizaje del avión, que transportaba alrededor de 160 personas, duró entre 20 y 25 minutos y se llevó a cabo en condiciones normales. Sin embargo, una vez en tierra, los pasajeros continuaron experimentando malestar, ya que la asistencia médica ofrecida fue parcial.

Fue recién a las 4 de la mañana cuando llegó una nueva aeronave procedente de Buenos Aires para llevar finalmente a los pasajeros a su destino en Ezeiza. “En cuanto nos subimos al segundo avión, se sentía la diferencia de la presión al bajar. Antes nos subimos a uno que no estaba en condiciones de viajar”, agregó Nicolás.