Los empresarios del transporte público de San Miguel de Tucumán se encuentran a la espera de que la intendenta Rosana Chala promulgue la ordenanza aprobada por el Consejo Deliberante de la Capital, que establece un aumento en la tarifa del boleto a $950. Este incremento, según los empresarios, es una de las medidas que podrían comenzar a mejorar la crisis que enfrenta el sector, ya que el servicio ha sido cuestionado por la falta de renovación de unidades y la baja calidad en la prestación.
El aumento también incluye el subsidio que el municipio destina al boleto estudiantil gratuito y el avance en la regularización de concesiones de las empresas de transporte. No obstante, desde el sector advierten que este incremento es solo un paso inicial, ya que la situación actual fue generada por tarifas políticas que no reflejaban los costos reales del servicio.
“Si el boleto te costaba mil pesos, pero solo te daban 600 o 700, es imposible sostener un buen servicio”, afirmó Luis García, referente del sector, quien además destacó que varias empresas ya están adquiriendo nuevas unidades, aunque no son cero kilómetros, para renovar la flota y mejorar el servicio.
Por otro lado, García respondió a los concejales que se oponen al incremento, como José María Canelares y Gustavo Cobos, señalando que sin una mejora en los ingresos es imposible ofrecer un mejor servicio. “La inflación sigue, el gremio sigue pidiendo paritarias, y si no aumentan nuestros ingresos, ¿cómo podemos subsistir o mejorar?”, cuestionó.
En las próximas semanas, los empresarios evaluarán cómo impacta este aumento en las recaudaciones, ya que habitualmente, tras un incremento en la tarifa, la cantidad de pasajeros tiende a disminuir temporalmente. Sin embargo, esperan que, con el tiempo, los usuarios vuelvan al transporte público, al notar que otras alternativas resultan más costosas.