En un escenario marcado por la incertidumbre económica, los comerciantes han levantado la voz en medio de un panorama desafiante para el sector minorista. Las ventas minoristas han experimentado un notable retroceso, lo que ha encendido las alarmas y generado preocupación en el ámbito comercial.
Según informes recientes, las cifras de ventas han sufrido descensos significativos, oscilando entre un 8% y un 10%. Este deterioro ha generado inquietud en los comerciantes, quienes se enfrentan a una disminución sostenida en su facturación. El estancamiento en las ventas ha creado un escenario adverso en el que muchos negocios están luchando por mantener su rentabilidad y continuidad.
Ante este panorama, representantes del sector han alzado la voz y han solicitado la intervención del gobierno para ofrecer apoyo y medidas que permitan a los comerciantes superar esta situación crítica. La disminución en las ventas no solo impacta directamente en los ingresos de los negocios, sino que también tiene repercusiones en el empleo. Muchos comerciantes afirman que en momentos de caída en las ventas se ven forzados a reducir la contratación de personal, lo que agrega una capa adicional de desafío económico y social.